Las Narices de Pedralbes.

Las Narices de Pedralbes.
El jardín de ‘los perdidos’

Hay dos espacios en Barcelona que les faltan muchas narices. Y no es con doble sentido, sino textualmente. El Palacio de Pedralbes y sus jardines y El Parque del Laberinto con sus jardines.

Si paseáis por estos espacios os daréis cuenta de que faltan las narices de muchas de sus estatuas. Me imaginé que sería un acto de bandalismo o por descuido o por que se habían roto.

Al final me enteré por qué les faltan las narices: por que se han caído. Y me lo explicaron. Cuando haces una estatua de mármol, piedra o sustancia dura, si haces la nariz aparte, necesitas menos material y mucho menos trabajo. El hacer la nariz ‘enganchada’ a la escultura, hace que tengas que picar 2 dedos más para vaciar el resto de la cara para  hacer el espacio para los ojos, la boca…

Las Narices de Pedralbes.

Había así también, el mismo problema con las orejas, pero había trucos, sobre todo en las estatuas femeninas, como son el pelo, que muchas veces lo tapan, o en una posición que haga que no se vean.

Imaginaros una naranja, a la que tengas que sacar el equivalente a la piel y dejar solo un poquitro que sería la nariz y empezaría a trabajar con lo que es la pulpa.

Así se hace la cabeza, menos trabajo, menos volumen y menos dinero. Al final haces una nariz y se la pegas, y ya está. Más simple.

Pero esta técnica tiene una gran pega. Que se caen. Y sobre todo en las estatuas exteriores, que las inclemencias del tiempo y sobre todo la lluvia y la nieve, siempre acaban entrando en los recovecos y estropeando las composiciones.

Esto lo explico, por que hoy el Palacio de Pedralbes pasa a manos de la Generalitat que lo convertirá en una subsede y mucho más aprovechado. Harán recepciones y convenciones y espero que lo abran al público.

Espero que tengan las narices de recuperar sus narices. (Con doble o triple sentido)

Además este es un espacio a descubrir, que entre otras maravillas la Fuente de Hércules de Antoni Gaudí y Joan Oñós y sobre todo comparad la figura femenina desnuda de Eulalia Fàbregas, soberbia y con un erotismo sobresaliente (y fijaros en su nariz y orejas).

El club de las narices perdidas

Pero no es lo único que se ha perdido en este jardín. Una de las estatuas más famosas del recinto es de Agapito Vallmitjana, escultor premodernista que forjaría a famosos escultores como Llimona o Gargallo, que se llama Isabel II presenta a Alfonso XII.

Y esta escultura lleva su polémica. En 2013 un día, desapareció de la noche a la mañana.  Nadie sabía dónde podría estar y continúa sin saberse, pero en el catálogo de Monumentos de la Generalitat dice que está dentro del palacio. El palacio no es visitable, así que no sé qué pasará con ella. En principio es del Museo del Prado a la cual la familia Güell la donó.

Polemizar con el arte es de tontos, esconderlo aún más. Así que si vuelve a estar visible esta auténtica preciosidad bienvenido sea. No hay que mezclar arte y política así como con el deporte. Si se llamara de otra forma no pasaría nada.

Mirad también la preciosidad de flores que podéis encontrar. Disfrutad del paseo.

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