Ayuntamiento de Barcelona
Los orígenes de la institución como tal, se remontan a 1249, durante el reinado de Jaume I El Conqueridor. Conquistó los reinos de Valencia y Mallorca. Reinó durante 63 años, el más longevo de la historia y su mitología y leyenda creció con el paso de los siglos.
Entre ella, está el porqué los ayuntamientos de Barcelona y Valencia, tienen en su escudo un murciélago. El de Barcelona ha desaparecido a principios del siglo XX, pero el de Valencia aún permanece. Incluso en los equipos de fútbol Valencia CF y Llevant CF y el del FC Barcelona en su primer escudo también lo llevó, por ejemplo.
Escudo original de 1899 del FCB
La leyenda dice que cuando el rey estaba en Valencia, luchando contra el musulmán, una noche cerrada sin luz de luna, un murciélago entró su tienda, creando un gran alboroto. Éste hizo que se levantaran los guerreros a ver que pasaba y así pudieron evitar una ofensiva que estaba en marcha y que no habían detectado y la pudieron rechazar.
Otra versión dice que el murciélago se posó en un tambor y con el aletear de sus alas contra él, hizo mucho ruido y así pudo ganar la batalla.
El gobierno de la ciudad originalmente usaba la fórmula ‘dels 4 paers’. Cada uno de ellos nombraba un consejero para ayudarle y en unos pocos años se decidió establecer un solo paer y éste establecía sus ocho consejeros.
Con el paso de los años la estructura municipal quedó establecida en una estructura mixta. Cuatro consejeros elejidos por un quorum de 100 jurados. Los jurados representaban las diferentes clases y estados de la ciudad. Desde artesanos hasta Señores acaudalados y comerciantes, representado a un gran abanico de ciudadanos.
Éste grupo de Cien personas, se pasó a llamar el Consel de Cent o Consejo de Ciento, que se reunían el Saló de Cent del consistorio.
El Ayuntamiento en sí es un auténtico museo y una joya que contiene un fondo documental y muchas obras de arte donadas y otras compradas.
Un ejemplo: Genoveva, un Renault de 1908 de 55 quilómetros / hora de velocidad máxima en posesión del ayuntamiento desde 1968. Participa en todos los rallys de época de Barcelona a Sitges, un clásico. Recibió el nombre del vehículo protagonista de la película de 1953 titulada Genevieve, que explica las peripecias de un vehículo igual en un rally.
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